Riega con criterio
Sea en la terraza o el jardín, apuesta por plantas autóctonas (al estar adaptadas al clima necesitan menos agua) y agrúpalas según sus necesidades de agua. No las riegues durante las horas de sol y, si puedes, aprovecha el agua de la lluvia para regar las plantas.
Pon la lavadora en frío
Si lavas en frío ahorras, ya que casi un 90% de la energía que consume una lavadora es para calentar el agua. En la mayoría de casos la ropa no está tan sucia. Un ciclo de lavado a 90ºC consume cuatro veces más que uno a 40ºC.
Lava a carga completa
Economiza los recursos: pon a carga completa tanto la lavadora como el lavaplatos. Si reduces a la mitad las veces que pones estos electrodomésticos puedes ahorrar unos $100.000 al año. Cuando lo hagas a media carga, utiliza siempre los programas económicos.
Aparatos más eficientes
Si tienes que renovar algún electrodoméstico de gama blanca apuesta por los más eficientes: de clase A+ o A++. A lo largo de su vida útil puede llegar a ahorrar más de $500.000 ya que se estima que estos son los responsables del 40% del consumo energético.
Plancha menos a menudo
Acumula ropa para planchar, ya que la plancha consume la mayor parte de energía al calentarse, no al planchar. Lo mejor es planchar menos veces pero mayor cantidad. Deja para el calor residual las prendas que no estén muy arrugadas y solo quieras repasar.
Cuidado con la secadora
La secadora es uno de los electrodomésticos que más consume. Por ello, utilízala lo menos posible, solo cuando no puedas tender la ropa, y no mezcles tipos de ropa (como algodón con otra más pesada).
Utiliza bien el refrigerador
Cada vez que abres el refrigerador desperdicias un 7% de energía. Deja enfriar los alimentos antes de introducirlos en él y descongela los alimentos en su interior, así aprovechas su frío. Tenlo lleno, pero con espacio para que el aire circule entre los alimentos.
Temperatura y ubicación
Comprueba que tu refrigerador esté ubicado en un lugar fresco y ventilado alejado de las fuentes de calor. Fija la temperatura de la zona de refrigerado a 5ºC y del congelador a –18ºC. Por cada grado que bajes incrementas un 5% el consumo de energía.