Tanto para pequeñas empresas de rápido crecimiento como para multinacionales consolidadas el factor humano ha desplazado al coste como aspecto principal a la hora de buscar una nueva sede corporativa
Es un hecho que hoy en día las empresas de diferentes sectores se enfrentan a un limitado “fondo” de talento humano, lo que les está obligando a cambiar su estrategia inmobiliaria y centrarse más en las personas que en la cuenta de resultados.
Tradicionalmente los costes inmobiliarios han sido el eje principal en las decisiones acerca de la ubicación de la sede, con una preocupación mucho menor sobre cómo afectaría una mudanza al talento. Pero cada vez más observamos la situación contraria: el factor laboral se impone en la toma de decisiones inmobiliarias y los empleadores están evaluando posibles ubicaciones de sedes en función de su capacidad para influir en la contratación y retención del talento.
Aspectos que hay que tener en cuenta para elegir la ubicación de la sede
Si bien cada compañía tiene unas características diferentes, existen una serie de factores comunes que comprenden las compañías que actualmente están considerando realizar una mudanza.
- Acceso al talento: La proximidad al talento calificado es la principal razón para la mayoría de las mudanzas de sede hoy en día. A menudo esto significa ubicarse en entornos urbanos que cuentan con una fuerza de trabajo joven, altamente calificada y conocedora de la tecnología. Por ejemplo, el cambio generacional ha motivado muchas reubicaciones de oficinas hacia el centro de la ciudad, donde los empleados millennials disfrutan de un estilo de vida que incorpora “trabajar, vivir y divertirse”.
- Proximidad a clientes y a líderes de opinión: A la hora de elegir un emplazamiento, hay que tener en cuenta los numerosos beneficios de contar con una ubicación al lado de donde están los clientes y los expertos del sector.
La elección de sitio, además, funciona como gancho para otras empresas relacionadas, incluidas compañías de tecnología y proveedores de servicios y contribuye a reforzar de forma positiva la imagen de marca de la compañía.
- Situación estratégica a nivel de movilidad local y global: A medida que una buena localización estratégica se vuelve más importante para las empresas, las ciudades con una sólida infraestructura de transportes registran una demanda de espacios de trabajo cada vez mayor. Esto necesariamente tiene un impacto muy positivo a nivel inmobiliario.
- Experiencia del empleado: Otro de los factores que influye en la toma de decisiones respecto a la elección de una sede es la propia experiencia del empleado. Se priorizan aquellos lugares que transmiten la sensación de “sentirse como en casa” y ofrecen una variada oferta sociocultural y gastronómica, que permite a los trabajadores relajarse juntos después de la jornada laboral. Una empresa puede elegir un barrio sobre otro en función del lugar donde los empleados prefieren pasar tiempo fuera de la oficina, cosechando feedback positivo por su parte al reducir el tiempo de sus desplazamientos fuera de la zona de trabajo.
Mirando hacia el futuro de las reubicaciones
El gran volumen de datos, tanto estructurados como no estructurados, que inundan los negocios y el análisis inmobiliario están facilitando a los líderes de las empresas la identificación de los pros y los contras de cualquier ubicación y garantizar que su nueva sede cumpla con sus requisitos específicos a nivel de empleados y situación geográfica, además de precios ajustados al mercado.
Dado que el gasto inmobiliario suele ser uno de los más grandes para una empresa, y que las reubicaciones pueden influir positivamente en la gestión del talento, las ventas y la exposición a los impuestos, es fundamental tomar las decisiones correctas. Sin duda, el alto volumen de datos y el amplio abanico de herramientas tecnológicas disponibles ayudarán a que el tiempo y el dinero que dediquen las empresas a elegir la ubicación de su sede estén bien empleados.