Cambiarse de casa o departamento es una de las cosas más tediosas y estresantes en la vida, según estudios científicos. Y es que no se trata sólo de meter un montón de artículos en cajas y encontrar la forma de trasladarlas, sino también poner en marcha un montón de procedimientos para establecer tu nuevo hogar, los que, en muchas ocasiones, se suelen pasarse por alto.
Antes de que sea demasiado tarde, aquí hay una lista de cosas que se deben hacer antes de cambiarse definitivamente.
Contratar un servicio de mudanzas competente y económico
Los encargados no sólo deben tener un servicio a muy buen precio sino que debe abarcar la zona a la que te trasladas, sin interponer mayores obstáculos, además de ser confiable y cuidadosos con tus objetos más preciados.
Sin ser exagerados, estarán llevando consigo todo lo que conforma tu hogar, por lo que siempre será mejor recurrir a recomendaciones de cercanos o servicios ya probados.
Revisar que todos los servicios estén en su punto
Cuando una persona compra o arrienda una nueva propiedad está acostumbrado a revisar detalles importantes, como el sistema eléctrico, las que para el momento de la venta es posible que estén funcionando a la perfección. Pero después de la mudanza sucede algo no previsto, como que por ejemplo los antiguos propietarios den de baja sus contratos respecto a servicios que ya son básicos de un hogar, lo que incluso puede ocurrir días antes del traslado y tomar por sorpresa a los nuevos dueños.
Es por eso que antes de llamar al servicio de mudanzas es recomendable hacer un pequeño viaje a la casa y verificar que aún estén en funcionamiento los servicios más básicos, con la idea de contratar nuevos proveedores luego de desempaquetar. También es conveniente ponerse de acuerdo con el vendedor o propietario para que se asegure que los servicios no se den de baja en al menos un par de días. Pero lo mejor es estar prevenidos y contratarlos antes de llegar.
También es importante revisar todas las conexiones (gas, agua, calefacción) para que no surjan problemas a la hora de llegar a habitar.
Limpiar antes de habitar.
Esta recomendación es una de las más obvias, pero muchas personas consideran que limpiar es solo sacudir un poco de polvo, cuando en realidad debe hacerse una limpieza profunda y muy minuciosa, especialmente si se han hecho reformas. De esta forma, se puede garantizar que la propiedad esté en las mejores condiciones.
Es necesario eliminar cualquier residuo de recientes construcciones, ya que esto puede afectar terriblemente la salud respiratoria e incluso en ciertos casos (ya sea por la cantidad de tiempo que haya pasado deshabitada la casa, por la ubicación geográfica o por reparaciones en el entorno) será recomendable fumigar, creando con esto una especie de escudo de protección para cuidar la inversión desde el principio.
Revisar si hay cuentas impagas en la respectiva comunidad.
Muchas veces, por el tiempo transcurrido durante el proceso de negociación y venta, la propiedad permanece arrendada, por lo que se siguen generando gastos asociados tanto en las comunidades como internamente en el hogar.
Siempre es aconsejable tener todas las boletas en mano al momento de la entrega definitiva para que no surjan interrupciones del servicio, posteriormente, debido a deudas impagas o no aclaradas.
Pero incluso en el caso de arriendos, es bueno revisar que las cuentas estén canceladas, saber en qué fecha se cancelan los gastos comunes, si se informan vía correo electrónico y cuál es el último día de pago.
Todos estos detalles harán que tu bienvenida sea realmente gratificante.
Informar a todos sobre la nueva dirección
No se trata sólo de avisar a los amigos más cercanos y familiares sobre la mudanza, es importantes enviarles la dirección completa, esto no es sólo para que no se extravíen en el camino al ir de visitas, sino también para que sepan dónde está la casa exactamente en caso de emergencias más graves.
Igualmente, es necesario informar a las compañías donde tengas algún servicio contratado, sobre el nuevo domicilio (para que tus cuentas no sigan llegando a tu dirección antigua).
Si vas a vivir en una comunidad, debes intercambiar información vital para tu próxima mudanza.
Antes de coordinar tu traslado con el servicio de mudanza, debes tener certeza de los horarios y días en que puedes hacerlo, averiguar si el ascensor tiene restricciones para subir ciertos enseres más pesados, conocer a los conserjes e idealmente al administrador (o en su defecto tener su contacto); conocer las reglas sobre horario de ruidos o trabajos en la propiedad, así como las condiciones de uso de los espacios comunes.
Asimismo debes saber con prontitud detalles como el retiro de la basura o si existe algún grupo de whatsapp de la comunidad.
Luego que hayas hecho un checklist, cumpliendo todas, o al menos la mayoría de estas tareas, viene lo siguiente ¡Desempacar!