Considerar ciertos aspectos básicos a la hora de ambientar tu casa para una futura venta, te permitirán generar un proceso con la confianza y la atención que tu propiedad merece.
En primer lugar tómate un tiempo para mirar tu casa como lo haría un potencial comprador y hazte las siguientes preguntas: “¿Compraría esta casa, así, tal como la veo? ¿Me gusta el estilo de esta casa? ¿El precio de venta es consecuente con las condiciones en las que se encuentra la casa? Las respuestas a estas preguntas te ayudarán a identificar, como un diagnostico inmediato, todo lo que parezca antiestético. Para esto busca todo aquello que dé la impresión de estar anticuado o que requiera una mayor inversión: los estilos que chocan unos con otros, los empapelados avejentados, los objetos rotos que no se pueden reparar, las piezas oxidadas, etcétera. En ciertos casos es mejor tener una pared vacía, una habitación vacía, que algo que no funciona para el espacio o que es poco atractivo.
Si tu casa posee un patio o antejardín al cual sacarle provecho, asegúrate de que el césped esté corto y se vea saludable. Adicionalmente puedes dejarlo “ligeramente acondicionado” con plantas o accesorios, reparar maderas, luces exteriores, cobertizos y organizar y limpiar ciertas dependencias. Aunque parezca un costo que no tenías contemplado, sí podría llegar a ser un factor a evaluar en el precio de cierre de la venta.
La limpieza y el orden también son esenciales, aunque parezca redundante mencionarlo. Muchas veces se hace necesario contratar una empresa de limpieza profesional o directamente que tú, como dueño, dediques más tiempo a realizar esta labor…que tu casa brille y se destaque permitirá dar la impresión de que ha sido bien cuidada.
Ten en cuenta, además, que el futuro comprador quiere transformar TU casa en Su hogar, por lo que será necesario despersonalizar cada espacio, simplificarlos, eliminando o quitándole protagonismo, en la medida de tus posibilidades y usos, a todos aquellos artículos de uso personal, tuyos o de tu familia.
La idea es que provoques al comprador la intención de de mudarse ya mismo: Una gama de colores neutros (independientemente de lo aburrido que puedas pensar que es), una decoración sencilla y el mobiliario básico siempre será una elección atemporal, siempre generará una motivación a construir un espacio propio, con identidad, que sólo puede ocurrir cuando la casa soñada, pasa a ser mi propiedad.