La compraventa de un inmueble, que en muchos casos es el valor más importante de una persona y/o familia, frecuentemente se banaliza e infravalora. En dicha compraventa, intervienen Leyes y Normas, Especialidades como Derecho (Mercantil, Civil, Inmobiliario etc.), Construcción (En todos sus ámbitos), Comercialización y Marketing, Internet (Redes, Portales, Plataformas), Audiovisuales, Decoración y otros, se conjugan para finalmente conseguir el éxito, en lo que coloquialmente se conoce como “Vender una propiedad “. ¡Así que peccata minuta no es! Hay que saber de esto, y mucho.
Si mi hijo enfermara, llamaría a un medico. Si mi auto se averiara, llamaría a un mecánico. Si tuviera una fuga de agua, llamaría a un gásfiter, pero para vender uno de mis bienes más preciados… ¡¿Vendo la casa yo mismo?! Bueno, hay quien juega a ser médico, mecánico o gásfiter… ¿Por qué no a un Asesor Inmobiliario? Nótese la ironía.
Los argumentos para contar con la intervención de un profesional son de peso, pero viene la pregunta del millón, ¿a qué agencia inmobiliaria contratar si hay un montón?
Cierto, la variedad es apabullante, pero la calidad es limitada.
Hay en el mercado un gran número de buenos profesionales donde elegir, por lo que la selección no es fácil y la receta mágica para ser el mejor agente inmobiliario no existe.
CONFIAR O NO CONFIAR EN UN AGENTE INMOBILIARIO
- Estaremos de acuerdo, en que todos aquellos profesionales del sector inmobiliario que han sido capaces de sobrevivir a las crisis sin cerrar, ¡se han ganado un trocito de cielo! Éste es el caso de RE/Max en todas sus oficinas, lo que la hace confiable.
- Deberíamos tener mucho cuidado con aquellas agencias inmobiliarias y agentes que florecen de la noche al día al albur de algún “boom inmobiliario” que según ellos se pueda estar acercando.
- Claramente hay que apostar por una agencia inmobiliaria que conozca la zona de influencia que me interesa. De esta forma, los precios de mercado estarán ajustadas y tendrán controlada la oferta y la demanda.
- La compraventa de inmuebles, como el resto de operaciones económico-financieras, está regulada por “El Mercado”, esto es así nos guste o no. Es el mercado y sus condiciones el que pone precio a las cosas, y ningún especialista, por muy bueno que diga ser, puede ir contra él si quiere cerrar operaciones.
- Por otro lado, tenemos la famosa frase “Yo tengo muchos compradores para tu casa”. Pues qué maravilla, ¿no? Si fuera cierto y para cada uno de sus clientes tuviera tantos compradores, el resto de profesionales deberíamos cerrar o ponernos a su merced. ¡A sus pies Mr./Mss Real State Agent!
- En muchas ocasiones tu agente inmobiliario pasa a ser tu amigo. Te llama varias veces a la semana, te mantiene informado de cómo van las visitas a tu propiedad. Es buena señal, debe haber confianza y una relación estrecha durante el proceso de venta.
- Ojo con el agente inmobiliario que se vanagloria de tener decenas de inmuebles en cartera. Los ratios que manejan las grandes compañías inmobiliarias, constatan que es imposible que un solo Agente opere con más de 20 inmuebles al mismo tiempo, si quiere prestar a cada cliente un buen servicio de comercialización. Haz caso al refrán “El que mucho abarca…”
- Finalmente encontramos otra famosa frase, “Yo te lo vendo en un mes”. Las prisas nunca son buenas. Aunque sí es cierto que existen operaciones que se han escriturado en 14 o 15 días, pero son excepciones… Mejor cerrar las cosas bien y a su debido tiempo.
La realidad es que toda transacción de la vivienda conlleva su pasos: solo el proceso de firma de contratos, plan de marketing y comercialización, oferta de compradores y sus visitas, negociación de la operación y finalmente documentación y escritura de la compraventa, necesita de al menos 45 y 60 días, siempre que el inmueble esté acorde a su precio de mercado.
Parece engorroso el tema, pero con un buen agente inmobiliario al lado, se hace mucho más llevadero.
Resumiendo, elige un profesional que te diga la verdad por dura que pueda ser, que tenga una red de comercialización lo más extensa posible, tal como la tiene RE/Max Capital y que te demuestre su implicación en la operación mediante un seguimiento continuo y frecuente.