Si el refrán dice que una imagen vale más que mil palabras, en el mercado de la vivienda, una imagen vale más que un millón de palabras. La premisa es simple, una buena foto aumenta tus probabilidades de venta; una mala, te las reduce al 0%. No es una exageración, es la realidad. La fotografía inmobiliaria tiene una importancia capital en este sector, y lamentablemente, se infravalora muy a menudo.
Solo hay que ver la mayoría de ofertas que puedes encontrar publicadas en portales inmobiliarios:
Marcas de agua molestas para la vista, baja resolución, enfoques y planos poco atractivos, no quitar objetos personales a la hora de fotografiar el interior de la vivienda, etc.
Estos errores se han convertido en malos hábitos generalizados que debemos evitar a toda costa. Sabiendo ya lo que no tenemos hacer, centrémonos en qué sí debemos hacer.
Antes de sacar el celular del bolsillo y comenzar a hacer fotos a todos los rincones de tu propiedad, e incluso, antes de aprender cómo mejorar tus nociones sobre fotografía de interiores, debes tener en cuenta un detalle muy importante: ¿en qué lugar vas a subir las fotos?
En primer lugar, debes ofrecer la opción de crear una ficha del inmueble con varias fotografías; y en segundo, debes priorizar una buena resolución que permita visualizar las imágenes correctamente. Si no puedes garantizar fotos según estas condiciones, ni te esfuerces en sacar el celular del bolsillo o disponer una cámara profesional para el caso.
Si estás en condición de ofrecer ambas virtudes, comienza a practicar lo que te diremos a continuación.
Qué debo hacer para mejorar la fotografía inmobiliaria
La fotografía de inmuebles puede parecer a simple vista un área con poca materia prima. Al fin y al cabo, capturar con una cámara espacios interiores, parece poca cosa, ¿no? Pues aunque parezca algo con poco margen de mejora, lo cierto es que este terreno esconde varios misterios, y que aquí te vamos a mostrar para que aprendas cómo hacer buenas fotos a cualquier tipo de inmueble.
Existen unos pasos básicos que pueden servirnos para hacer de nuestras fotografías unas imágenes que digan en mayúsculas: ¡CÓMPRAME!
Para alcanzar ese nivel y que tus fotos sean capaces de convertir interesados en compradores decididos, hay algo imprescindible: tener una buena cámara. La mayoría de los celulares que hay en el mercado aseguran un buen rendimiento en este sentido. Si no posees un smartphone, también te puede servir una cámara digital, y si tampoco cuentas con una de ellas, seguro que conoces a alguien te puede prestar durante unos minutos su móvil para hacer la sesión fotográfica.
Cuatro pasos para convertirte en un experto en la fotografía de interiores
1- Prepara el escenario. La fotografía inmobiliaria (y casi cualquier género o estilo fotográfico) lleva un trabajo previo, el de preparar el escenario que va a ser capturado con la cámara. No hace falta decir que no deben aparecer bajo ningún concepto objetos o elementos personales, como cuadros de los anteriores propietarios, papeles sobre las mesas, etc.
Hay que despersonalizar la casa a toda costa para que el interesado la considere habitable. Una vez aclarado este asunto, hay una premisa clara para sacar partido al mobiliario: el orden y las formas simétricas entra por los ojos.
Haz que los distintos elementos que componen las habitaciones formen líneas perpendiculares y tu casa será mucho más atractiva para el ojo de cualquier posible comprador. Y un dato, vigila los espejos, no vayas a colarte por sorpresa en una de las fotos sin darte cuenta.
2- Vigila la iluminación. La luz es el elemento más importante para cualquier tipo de foto, también para la fotografía de interiores. Aprovecha las horas de sol, los tonos cálidos (sin pasarnos) son mucho más agradables para la vista que los fríos, así que si el día está nublado, más vale que aplaces la sesión.
En caso de que haya una habitación en la que no entre mucha luz por su disposición geográfica dentro del inmueble, enciende todas las luces posibles y bajo ningún concepto uses el flash.
3- Ten en cuenta desde donde harás la foto. El enfoque le da viveza y personalidad a la foto. Como hemos dicho antes, la fotografía de inmuebles no tiene mucha materia prima, así que tenemos que usar todos los medios que tengamos a nuestra disposición para hacer las imágenes más atractivas, hay una hipótesis rotunda en este sentido: la cámara siempre a la altura de los ojos y en la mayoría de los casos, desde las esquinas, ya que, además se engloban más zonas de una habitación desde ahí, le darás a la imagen un mayor dinamismo.
4- Aprende a sacar partido a los puntos fuertes de tu vivienda. Aunque la fotografía inmobiliaria se base en capturar zonas amplias, no podemos negarnos a capturar primeros planos que merezcan la pena. ¿Tienes una lámpara especialmente bonita? ¿Tienes una bañera en la que dan ganas de darse un relajante baño de espuma? Todos tenemos un rinconcito especial, un elemento singular, etc. en nuestra casa. Usémoslo a nuestro favor con un primer plano que sorprenda a la vista del comprador.
La sorpresa es un gran aliado en cualquier proceso de compra.
Y un consejo extra, si tu casa tiene un buen entorno o unas vistas espectaculares, no hace falta ni mencionar que es totalmente obligatorio que eso aparezca en la galería, ¿verdad?
Con esto y una cámara decente, tienes todo lo que necesitas para saber cómo hacer buenas fotos, ¡buena suerte!